En general procuramos que el grupo venga armado, ya que varias horas de convivencia en un espacio restringido como es un velero, podrían llegar a ser incomodos con un grupo humano con el cual no hay afinidad.

La salida no tiene reglas finas, son muchos los elementos que hay que tener en cuenta y que pueden condicionar el paseo, por ejemplo: decidimos salir a navegar a vela y el viento es muy fuerte como para hacerlo con una tripulación novata, o nos encontramos que la bajante condiciona totalmente la singladura, no obstante procuramos satisfacer los deseos de nuestros invitados ( o contratantes) y de inicio convenimos que es lo que procuraremos hacer ajustándonos al interés de los mismos.